PARA UNA CORRECTA VISUALIZACION DEL BLOG, ES RECOMENDABLE USAR EL EXPLORADOR MOZILLA FIREFOX Y UNA RESOLUCION DE PANTALLA LO MAS PROXIMA A 1280 x 800.

miércoles, 25 de agosto de 2010

La piedra de Benedicta

  S i hay algo que sé que nunca voy a olvidar, esos son los ratos que tenemos pasado en "La piedra de Benedicta", tanto de día como de noche aquel era un punto de encuentro a partir del cual surgían todo tipo de ideas o simplemente se pasaban las horas allí hablando. A primera vista no parece un buen plan, sin embargo aquel lugar que gozaba de sombra durante buena parte del día y resguardo por la noche dado que se encontraba bajo el abrigo de una galería, tenía algo que invitaba a no moverse de allí, tal vez porque todo el que  llegase o se fuese tenía que pasar obligatoriamente por delante, pues la casa está situada la primera a la derecha en la entrada del pueblo, y la novedad en un  lugar tan pequeño estaba en quien llegaba o se iba. Si te cansabas de estar allí sentado subías al campanario donde en tardes calurosas se agradecía la brisa, y de paso hacías lo inevitable, tocar las campanas con la uña o con una piedrita para observar con que poca cosa, esta producía un ruido audible en gran parte del pueblo.

   Después de cenar volvíamos al punto de encuentro y si había suerte y alguno de los de mas edad estaba por la labor, de repente, una queimada o una chocolatada para pasar lo que quedaba de día calentitos al fresquillo de la montaña leonesa en agosto. A veces nos poníamos a caminar carretera abajo, los días de luna llena la claridad era increíble, te permitía moverte sin sentirte abrumado por la noche.
   Con que facilidad se hace a uno feliz cuando es un niño, si eso ocurriera ahora, no despertaría curiosidad alguna, sería algo anecdótico, pero a una determinada edad hay cosas que con que te hagan sentir bien son suficientes para arreglarte el día, el problema está en que lo que entonces te hizo feliz hoy posiblemente te aburra (la falta de novedad), ahora es difícil que algo  te entusiasme como entonces, ¡que tesoro la infancia!.

1 comentario:

  1. Que recuerdos, todos los que refleja este block son reales y vividos en nuestra infancia, yo los recuerdo como si fuera hoy, fue una infancia feliz, tranquila y familiar. Yo puedo decir que mi vida en Irede fue feliz en la infancia y es feliz ahora.La piedra de Benedita, la cortechada, el campanario, y ¿que me decis de las Heras?lo bien que nos lo pasabamos con las caimadas, yo recuerdo a mi primo Jose Manuel como dejaba quemar al máximo las caimadas para que se fuera el alcohol y darnos un sorbito a los renacuajos de nosotros que como yo queríamos participar tambien de esa fiesta y saber como sabia eso que tanto elaboraban. Que recuerdos!!!y cuánto vale nuestro pueblin. Un besito a todos y felicidades por esta página.

    ResponderEliminar